Recorren a pie de tres a 10 millas para dejar en el desierto abrigo, alimento y agua para quienes luchan por sobrevivir el terreno arenoso.
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SAN DIEGO – La travesía que emprenden miles de inmigrantes en el desierto para llegar a Estados Unidos es riesgosa y cruel. Pero existen quienes sacrifican su vida y tiempo para intentar salvar a un extraño.
“Yo nomás sabía de niña que mi papá había cruzado y que llegaba a Los Ángeles y después se regresaba a México por su voluntad o a veces por deportación, pero no era un tema del cual mi familia hablaba”, dijo Jacqueline Arellano, directora del proyecto Border Kindness.
Con esta iniciativa se deposita agua y comida en el desierto para migrantes que luchan por sobrevivir. Arellano contó cómo este proyecto le llega al corazón.
Hace décadas el padre de Jacqueline partió desde Nayarit, México, en múltiples ocasiones, a Estados Unidos, para proveerles el futuro que ellos ahora gozan.
“Mi papá fue conmigo a dejar agua y allí nos contó qué tan difícil fue, pero esto fue en los (años) 60 que mi papá cruzó. Ahora nada que ver. Antes era algo muy difícil y peligroso. Hoy está 100 veces más peligroso para la gente que sigue cruzando”, contó Arellano.
Salen una vez a la semana al desierto iniciando en el Valle Imperial. El recorrido dura aproximadamente cinco horas. Pero Arellano no lo hace sola.
Su esposo, James Cordero, la acompaña.
Ambos caminan para evitar que personas mueran en el intento por llegar al norte de la frontera. Aunque en el camino suelen perder el entusiasmo.
“Hemos encontrado pañales, zapatos de niños, diferentes cosas. Ahora siendo madre me siento como que por qué mi hija tiene todas las ventajas del mundo nomás porque nació en San Diego”, relató Arellano.
Las políticas migratorias excesivas y la retórica antiinmigrante se convierten en temas de preocupación para Jacqueline.
“Eso me da mucha tristeza para este país y para las comunidades, pues daña la manera de pensar, porque es una hipocresía que mata. Desgraciadamente se ha convertido en un teatro político donde solo sale beneficiado el político que ofende a estas comunidades”, indicó.
Pero pese a las palabras que atacan a quienes ella sale a salvar, su devoción a la causa continuará.
“Con que las personas sigan cruzando y las fronteras estén como están, esperamos más muertes. Y si alguien está muriendo en su camino a una vida más segura, lo mínimo que se puede hacer es dejar comida y ropa para que la persona no muera”, dijo la creadora de Border Kindness.
La pareja tiene siete años haciendo este tipo de trabajo. Tanta ha sido su dedicación, que ahora familiares de personas desaparecidas se comunican con ellos pidiendo ayuda para localizar a migrantes en el desierto.
Y con todo el valor, ellos mismos salen a localizar a las personas, o a veces incluso hasta los restos. Si deseas participar o ayudar a los integrantes del proyecto, puedes comunicarte con ellos a través de Instagram. Los encontrarás como “Border Kindness”.